jueves, 23 de diciembre de 2010

pero espera, que también nos hemos enamorado

Cambiamos las piscinas y los bikinis por los jerseys y las mantas de invierno. Los montones de cartas por los montones de libros, las risas cada noche por las risas cada mañana (entre clase y clase). Cambiamos las caras que fueron nuevas, por unas más nuevas todavía. Archivamos todos sus nombres, sus voces, sus ojos, los que te buscan y que, dormidos, te saludan cada mañana. Las sonrisas, las palabras, los consejos, y poquito a poco, los abrazos, los te quiero, las anécdotas. Y guardamos todos los momentos, que en un futuro, serán anecdotas también, pero nuestras; de todos nosotros.

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