domingo, 12 de diciembre de 2010

Besos

de esos, de los que callan, y te dejan como ausente durante un tiempo.
Besos lentos, que parece que van a cámara lenta, pero el mundo sigue su ritmo.
De los que casi ni se rozan, de los que no pueden esperar más, de los grandes, apasionados e incluso babosos, sí, también.
Que hagan que me chupe los labios solo para volver a sentir su sabor (que sí, que lo hacen), que me dejen sin respiración, que sean de imprevisto, prohibidos.
Besos, de esos;
de todas clases;
suyos.

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